sábado, 19 de septiembre de 2009

Escuela en la calle


Kenneth Patchen



El año próximo la hierba de la tumba nos cubrirá.

Ahora estamos aquí y reímos

mirando pasar las muchachas;

apostando a caballos perdedores,

bebiendo ginebra ordinaria.


No tenemos nada que hacer,

ningún lugar donde ir: nadie.

El año pasado era hace un año; nada más.

Entonces no éramos mas jóvenes; ni ahora más viejos.

Nos las arreglamos para darnos aire de jóvenes;

no sentimos nada detrás de nuestros rostros,

ni hacia un lado ni hacia el otro.


Probablemente no estaremos completamente muertos cuando muramos.

Durante todo el camino no fuimos nada, ni siquiera soldados.

Somos los agraviados, hermanos, los muchachos tristes.

Sonámbulos en una tierra oscura y terrible,

donde la soledad es un cuchillo sucio en nuestra garganta.


Frías estrellas nos observan, camarada.

Frías estrellas y las prostitutas.