viernes, 11 de diciembre de 2009
La Poesía
Pablo Neruda
Y FUE a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.
Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.
Corazón de azar: sobre las circustancias en las que leí este libro en este enlace
domingo, 22 de noviembre de 2009
Viajando con la Azafata del Tren Fantasma
Sol Carlos Notaro, 2009
(A Joselo Luna)
Fuimos aquel loco Ramses VII entrando en el baño de la Perla del Once y compusimos la balsa; aquel que se escondió en un refugio atómico mientras escuchaba un amor de primavera que andaba dando vueltas. Fuímos Manal caminando por la avenida Rivadavia con mucho jugo de tomate frío en las venas; aquellos que le pedíamos por favor a Doña Laura que no nos eche de la pensión mientras componíamos un blues para Avellaneda. Fuímos aquella Almendra cantándoles a estos pequeños hombres tristes mientras llevábamos buenas cosas por las rutas argentinas; aquella que se tiraba a descansar mientras pasaba un elefante y nos invadía una blanca calma. Fuímos aquel Pescado Rabioso colgando nuestras mentes en un furioso Blues de Cris; aquel que cruzó un puente y te dejó una cantata. Después nos hicimos Invisible viajando con la azafata del tren fantasma, comimos un durazno sangrando y entramos en el jardín de los presentes abriendo los libros de la buena memoria. Fuímos Miguel Abuelo y nos fuimos a pescar con aquella mariposa de madera; fuímos Vox Dei y estuvimos en “cuero” y cantamos La Biblia. Fuímos Pappo y le compusimos un blues a Santa Fe mientras desconfiábamos de la vida; y fuímos Billy con la pesada y le dijimos grass…ias al cielo. Fuímos aquellos chicos de Liverpool diciéndote que todo lo que necesitabas era amor, y formamos la banda del Sg. Pepper; y fuímos los rollings y te dijimos “tómalo o déjalo”. Fuímos aquel loco JIMI y penetramos en la Atlántida llena de alegría; y fuímos aquella loca Janis y te dijimos que era mejor un año de supervida que llegar a los setenta en una silla de ruedas. Fuímos Zeppelín subiendo una escalera al cielo; y fuímos los Who y jugamos al pinball con Tommy. Fuímos Deep Purple y vimos el humo sobre el agua; y fuímos Pink Floyd y recorrimos el lado oscuro de la luna, y te mostramos cómo era estar fuera de la pared. Fuímos Zappa, Jethro, Clapton, Mayall; fuímos tantas cosas, más de mil bandas de rock sacudiéndote la cabeza. Y nada ha cambiado, en verdad nada ha cambiado. Nada nuevo bajo el sol. Fuímos y seremos John Lennon, y aún seguimos imaginando…
Fuimos aquel loco Ramses VII entrando en el baño de la Perla del Once y compusimos la balsa; aquel que se escondió en un refugio atómico mientras escuchaba un amor de primavera que andaba dando vueltas. Fuímos Manal caminando por la avenida Rivadavia con mucho jugo de tomate frío en las venas; aquellos que le pedíamos por favor a Doña Laura que no nos eche de la pensión mientras componíamos un blues para Avellaneda. Fuímos aquella Almendra cantándoles a estos pequeños hombres tristes mientras llevábamos buenas cosas por las rutas argentinas; aquella que se tiraba a descansar mientras pasaba un elefante y nos invadía una blanca calma. Fuímos aquel Pescado Rabioso colgando nuestras mentes en un furioso Blues de Cris; aquel que cruzó un puente y te dejó una cantata. Después nos hicimos Invisible viajando con la azafata del tren fantasma, comimos un durazno sangrando y entramos en el jardín de los presentes abriendo los libros de la buena memoria. Fuímos Miguel Abuelo y nos fuimos a pescar con aquella mariposa de madera; fuímos Vox Dei y estuvimos en “cuero” y cantamos La Biblia. Fuímos Pappo y le compusimos un blues a Santa Fe mientras desconfiábamos de la vida; y fuímos Billy con la pesada y le dijimos grass…ias al cielo. Fuímos aquellos chicos de Liverpool diciéndote que todo lo que necesitabas era amor, y formamos la banda del Sg. Pepper; y fuímos los rollings y te dijimos “tómalo o déjalo”. Fuímos aquel loco JIMI y penetramos en la Atlántida llena de alegría; y fuímos aquella loca Janis y te dijimos que era mejor un año de supervida que llegar a los setenta en una silla de ruedas. Fuímos Zeppelín subiendo una escalera al cielo; y fuímos los Who y jugamos al pinball con Tommy. Fuímos Deep Purple y vimos el humo sobre el agua; y fuímos Pink Floyd y recorrimos el lado oscuro de la luna, y te mostramos cómo era estar fuera de la pared. Fuímos Zappa, Jethro, Clapton, Mayall; fuímos tantas cosas, más de mil bandas de rock sacudiéndote la cabeza. Y nada ha cambiado, en verdad nada ha cambiado. Nada nuevo bajo el sol. Fuímos y seremos John Lennon, y aún seguimos imaginando…
Foto: Sol y Joselo 1980, en el casamiento de José Buhardilla.
(Las palabras en color son enlaces. Buen viaje)
Un Blues para Joselo, de Marcelo Marcolín, en este enlace
La Buhardilla de José Nº6 click aquí
Joselo escribe sobre Janis , en este enlace
miércoles, 7 de octubre de 2009
Zona
Guillaume Apollinaire
Finalmente estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana
Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana
Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
Sólo la religión sigue siendo nueva la religión
Sigue siendo simple como los hangares de Port-Aviation
Sólo tú no eres antiguo en Europa oh Cristianismo
El europeo más moderno es usted Papa Pío X
Y tú a quien observan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
Lees los prospectos los catálogos los afiches que cantan en voz alta
He aquí la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios
Están las revistas a 25 centavos repletas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos diferentes
He visto esta mañana una linda calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia de sol ella era el clarín
Los directores obreros y las bellas taquidactilógrafas
Del lunes por la mañana al sábado por la tarde cuatro veces por día pasan por allí
De mañana tres veces gime allí la sirena
Una campana rabiosa ladra allí al mediodía
Las inscripciones de los letreros y de las paredes
Las chapas los anuncios chillan como los loros
Amo la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes
He aquí la calle joven y aún no eres más que un niño
Tu madre no te viste más que de azul y blanco
Eres muy piadoso y con el más antiguo de tus camaradas René Dalize
De nada gustáis tanto como las pompas de la Iglesia
Son las nueve ya bajaron el gas todo azul salís del dormitorio a escondidas
Rezáis toda la noche en la capilla del colegio
Mientras que tierna y adorable profundidad amatista
Gira para siempre la resplandeciente gloria de Cristo
Es el bello lirio que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo pálido y bermejo de la dolorosa madre
Es el árbol siempre frondoso de todas las plegarias
Es la doble horca del honor y de la eternidad
Es la estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Suyo es el récord mundial de altura
Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos sabe cómo hacerlo
Y convertido en pájaro este siglo como Jesús sube en el aire
Los diablos en los abismos levantan la cabeza para mirarlo
Dicen que imita a Simón el Mago en Judea
Gritan que si sabe volar que lo llamen ladrón
Los ángeles revolotean alrededor del bello volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
Apartándose a veces para dejar pasar a quienes llevan la Santa Eucaristía
Esos curas que suben eternamente elevando la hostia
El avión se posa al fin sin replegar las alas
El cielo se llena entonces de millones de golondrinas
A todo vuelo vienen los cuervos los halcones los búhos
De África llegan los ibis los flamencos los marabúes
El ave Roc celebrada por los cuentistas y los poetas
Se cierne manteniendo en las garras el cráneo de Adán la primera cabeza
El águila cae del horizonte profiriendo un gran grito
Y de América viene el pequeño colibrí
De China llegan los pihís largos y ágiles
Que no tienen más que una única ala y vuelan en parejas
Y después he aquí a la paloma espíritu inmaculado
Escoltada por el pájaro-lira y el pavo real ocelado
El fénix esa hoguera que a sí mismo se engendra
Cubre todo un instante con su ardiente ceniza
Las sirenas dejando los peligrosos estrechos
Llegan cantando bellamente las tres
Y todos águila fénix y pihís de la China
Fraternizan con la máquina voladora
Ahora caminas por París completamente solo entre la muchedumbre
Rebaños de ómnibus mugientes ruedan cerca de ti
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si no debieras nunca más ser amado
Si vivieras en la antigüedad entrarías a un monasterio
Tenéis vergüenza cuando os sorprendéis rezando
Haces mofa de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo sombrío
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca
Hoy andas por París las mujeres están ensangrentadas
Era y quisiera no acordarme era en el ocaso de la belleza
Rodeada de llamas fervientes Nuestra Señora me miró en Chartres
La sangre de vuestro Sagrado Corazón me inundó de Montmartre
Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
El amor que padezco es una enfermedad vergonzosa
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
Siempre está cerca de ti esa imagen que pasa
Ahora estás al borde del Mediterráneo
Bajo los limoneros que dan flor todo el año
Con tus amigos te paseas en barca
Uno es nizardo hay un mentoniano y dos de Turbia
Miramos con espanto los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nacen los peces imágenes del Salvador
Estás en el jardín de una posada en las cercanías de Praga
Te sientes muy feliz hay una rosa en la mesa
Y observas en lugar de escribir tu cuento en prosa
La cetonia que duerme en el corazón de la rosa
Con espanto te ves dibujado en las ágatas de San Vito
Estabas mortalmente triste el día en que te viste allí
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Las agujas del reloj del barrio judío andan al revés
Y tú también retrocedes en tu vida lentamente
Subiendo al Hradchin y de noche escuchando
En las tabernas cantar canciones checas
Aquí estás en Marsella en medio de las sandías
Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante
Aquí estás en Roma bajo un níspero del Japón
Aquí estás en Amsterdam con una muchacha que hallas bella siendo fea
Ella debe casarse con un estudiante de Leyden
Allí alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
Me acuerdo de eso allí pasé tres días y otros tantos en Gouda
Estás en París ante el juez de instrucción
Como un criminal fuiste arrestado
Has hecho dolorosos y alegres viajes
Antes de percibir la mentira y la edad
Sufriste por amor a los veinte y a los treinta años
He vivido como un loco y he perdido mi tiempo
Ya no te atreves a mirar tus manos y continuamente quisiera sollozar
Por ti por la que amo por cuanto te espantó
Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los niños
Llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare
Tienen fe en su estrella como los reyes magos
Esperan ganar dinero en la Argentina
Y volver a su país después de haber hecho fortuna
Una familia transporta un edredón rojo como vosotros transportáis al corazón
Ese edredón y nuestros sueños son también irreales
Algunos de esos emigrantes se quedan y se alojan
En cuchitriles de la calle des Rosiers o de la calle des Ecouffes
Los he visto a menudo de tarde tomando aire en la calle
Y se desplazan raramente como las piezas de ajedrez
Hay sobre todo judíos sus mujeres usan peluca
Se quedan sentadas exangües en el fondo de las tiendas
Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso
Tomas un café de dos centavos entre los infelices
Estás de noche en un gran restaurante
Esas mujeres no son malas tienen problemas sin embargo
Todas aun la más fea han hecho sufrir a su amante
Ella es la hija de un sargento urbano de Jersey
Sus manos que no había visto están duras y agrietadas
Tengo una inmensa piedad por las costuras de su vientre
Humillo ahora mi boca ante una pobre muchacha de risa horrible
Estás solo va a llegar la mañana
Los lecheros hacen sonar sus tarros en las calles
La noche se aleja como una bella mestiza
Es Ferdine la falsa o Léa la solicita
Y bebes este alcohol ardiente como tu vida
Tu vida que te bebes como un aguardiente
Caminas hacia Auteuil quieres ir a pie a casa
Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
Son Cristos de otra forma y de otra creencia
Son los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas
Adiós Adiós
Sol
Cuello cortado
Jefe de Sección
Para leer otros poemas hacé clik aquí
Finalmente estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana
Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana
Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
Sólo la religión sigue siendo nueva la religión
Sigue siendo simple como los hangares de Port-Aviation
Sólo tú no eres antiguo en Europa oh Cristianismo
El europeo más moderno es usted Papa Pío X
Y tú a quien observan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
Lees los prospectos los catálogos los afiches que cantan en voz alta
He aquí la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios
Están las revistas a 25 centavos repletas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos diferentes
He visto esta mañana una linda calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia de sol ella era el clarín
Los directores obreros y las bellas taquidactilógrafas
Del lunes por la mañana al sábado por la tarde cuatro veces por día pasan por allí
De mañana tres veces gime allí la sirena
Una campana rabiosa ladra allí al mediodía
Las inscripciones de los letreros y de las paredes
Las chapas los anuncios chillan como los loros
Amo la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes
He aquí la calle joven y aún no eres más que un niño
Tu madre no te viste más que de azul y blanco
Eres muy piadoso y con el más antiguo de tus camaradas René Dalize
De nada gustáis tanto como las pompas de la Iglesia
Son las nueve ya bajaron el gas todo azul salís del dormitorio a escondidas
Rezáis toda la noche en la capilla del colegio
Mientras que tierna y adorable profundidad amatista
Gira para siempre la resplandeciente gloria de Cristo
Es el bello lirio que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo pálido y bermejo de la dolorosa madre
Es el árbol siempre frondoso de todas las plegarias
Es la doble horca del honor y de la eternidad
Es la estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Suyo es el récord mundial de altura
Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos sabe cómo hacerlo
Y convertido en pájaro este siglo como Jesús sube en el aire
Los diablos en los abismos levantan la cabeza para mirarlo
Dicen que imita a Simón el Mago en Judea
Gritan que si sabe volar que lo llamen ladrón
Los ángeles revolotean alrededor del bello volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
Apartándose a veces para dejar pasar a quienes llevan la Santa Eucaristía
Esos curas que suben eternamente elevando la hostia
El avión se posa al fin sin replegar las alas
El cielo se llena entonces de millones de golondrinas
A todo vuelo vienen los cuervos los halcones los búhos
De África llegan los ibis los flamencos los marabúes
El ave Roc celebrada por los cuentistas y los poetas
Se cierne manteniendo en las garras el cráneo de Adán la primera cabeza
El águila cae del horizonte profiriendo un gran grito
Y de América viene el pequeño colibrí
De China llegan los pihís largos y ágiles
Que no tienen más que una única ala y vuelan en parejas
Y después he aquí a la paloma espíritu inmaculado
Escoltada por el pájaro-lira y el pavo real ocelado
El fénix esa hoguera que a sí mismo se engendra
Cubre todo un instante con su ardiente ceniza
Las sirenas dejando los peligrosos estrechos
Llegan cantando bellamente las tres
Y todos águila fénix y pihís de la China
Fraternizan con la máquina voladora
Ahora caminas por París completamente solo entre la muchedumbre
Rebaños de ómnibus mugientes ruedan cerca de ti
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si no debieras nunca más ser amado
Si vivieras en la antigüedad entrarías a un monasterio
Tenéis vergüenza cuando os sorprendéis rezando
Haces mofa de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo sombrío
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca
Hoy andas por París las mujeres están ensangrentadas
Era y quisiera no acordarme era en el ocaso de la belleza
Rodeada de llamas fervientes Nuestra Señora me miró en Chartres
La sangre de vuestro Sagrado Corazón me inundó de Montmartre
Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
El amor que padezco es una enfermedad vergonzosa
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
Siempre está cerca de ti esa imagen que pasa
Ahora estás al borde del Mediterráneo
Bajo los limoneros que dan flor todo el año
Con tus amigos te paseas en barca
Uno es nizardo hay un mentoniano y dos de Turbia
Miramos con espanto los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nacen los peces imágenes del Salvador
Estás en el jardín de una posada en las cercanías de Praga
Te sientes muy feliz hay una rosa en la mesa
Y observas en lugar de escribir tu cuento en prosa
La cetonia que duerme en el corazón de la rosa
Con espanto te ves dibujado en las ágatas de San Vito
Estabas mortalmente triste el día en que te viste allí
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Las agujas del reloj del barrio judío andan al revés
Y tú también retrocedes en tu vida lentamente
Subiendo al Hradchin y de noche escuchando
En las tabernas cantar canciones checas
Aquí estás en Marsella en medio de las sandías
Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante
Aquí estás en Roma bajo un níspero del Japón
Aquí estás en Amsterdam con una muchacha que hallas bella siendo fea
Ella debe casarse con un estudiante de Leyden
Allí alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
Me acuerdo de eso allí pasé tres días y otros tantos en Gouda
Estás en París ante el juez de instrucción
Como un criminal fuiste arrestado
Has hecho dolorosos y alegres viajes
Antes de percibir la mentira y la edad
Sufriste por amor a los veinte y a los treinta años
He vivido como un loco y he perdido mi tiempo
Ya no te atreves a mirar tus manos y continuamente quisiera sollozar
Por ti por la que amo por cuanto te espantó
Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los niños
Llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare
Tienen fe en su estrella como los reyes magos
Esperan ganar dinero en la Argentina
Y volver a su país después de haber hecho fortuna
Una familia transporta un edredón rojo como vosotros transportáis al corazón
Ese edredón y nuestros sueños son también irreales
Algunos de esos emigrantes se quedan y se alojan
En cuchitriles de la calle des Rosiers o de la calle des Ecouffes
Los he visto a menudo de tarde tomando aire en la calle
Y se desplazan raramente como las piezas de ajedrez
Hay sobre todo judíos sus mujeres usan peluca
Se quedan sentadas exangües en el fondo de las tiendas
Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso
Tomas un café de dos centavos entre los infelices
Estás de noche en un gran restaurante
Esas mujeres no son malas tienen problemas sin embargo
Todas aun la más fea han hecho sufrir a su amante
Ella es la hija de un sargento urbano de Jersey
Sus manos que no había visto están duras y agrietadas
Tengo una inmensa piedad por las costuras de su vientre
Humillo ahora mi boca ante una pobre muchacha de risa horrible
Estás solo va a llegar la mañana
Los lecheros hacen sonar sus tarros en las calles
La noche se aleja como una bella mestiza
Es Ferdine la falsa o Léa la solicita
Y bebes este alcohol ardiente como tu vida
Tu vida que te bebes como un aguardiente
Caminas hacia Auteuil quieres ir a pie a casa
Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
Son Cristos de otra forma y de otra creencia
Son los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas
Adiós Adiós
Sol
Cuello cortado
Jefe de Sección
Para leer otros poemas hacé clik aquí
sábado, 19 de septiembre de 2009
Escuela en la calle
Kenneth Patchen
Ahora estamos aquí y reímos
mirando pasar las muchachas;
apostando a caballos perdedores,
bebiendo ginebra ordinaria.
No tenemos nada que hacer,
ningún lugar donde ir: nadie.
El año pasado era hace un año; nada más.
Entonces no éramos mas jóvenes; ni ahora más viejos.
Nos las arreglamos para darnos aire de jóvenes;
no sentimos nada detrás de nuestros rostros,
ni hacia un lado ni hacia el otro.
Probablemente no estaremos completamente muertos cuando muramos.
Durante todo el camino no fuimos nada, ni siquiera soldados.
Somos los agraviados, hermanos, los muchachos tristes.
Sonámbulos en una tierra oscura y terrible,
donde la soledad es un cuchillo sucio en nuestra garganta.
Frías estrellas nos observan, camarada.
Frías estrellas y las prostitutas.
lunes, 24 de agosto de 2009
martes, 14 de julio de 2009
Las últimas palabras de mi abuela inglesa (1920)
William Carlos Williams
A su lado, sobre una mesa pequeña
junto a la cama revuelta y maloliente
hubo platos sucios
y un vaso de leche.
Arrugada y casi ciega
yacía y roncaba
despertando con rabia en la voz
pidiendo a gritos la comida.
Dame algo para comer.
Me estan matando de hambre.
Me siento bien. No iré
al hospital. No, no y no.
¡Dame algo para comer!
Dejame llevarte
al hospital, le dije
y cuando estés bien
podrás hacer lo que quieras.
Sonrió: Si
primero hacer lo que se te antoja
y después podré hacerlo yo.
¡Oh, oh,oh! gritaba
cuando los de la ambulancia
la pusieron en la camilla.
¿A esto le llamas
hacerme bien?
Para entonces su mente está lúcida.
Oh, jovencitos, ustedes se creen
listos,
dijo, pero te diré
que no saben nada.
Entonces partimos.
En el camino
pasamos una larga fila
de olmos, los miró
un rato a través
de la ventanilla de la ambulancia y
dijo,
¿Que son todas esas
cosas de aspecto pelusiento allí afuera?
¿Arboles? Bueno, estoy harta
de ellos , y volteó la cabeza.
Traducción: Carlos Ponce
Para leer mas poemas de WCW hacé clik aquí
Datos biográficos clik aquí El Poder de la Palabra
miércoles, 1 de julio de 2009
Juegos
Raquel Jodorowsky
(poema para Alejandra Pizarnik)
surgen evidencias
en el juego de la muerte
Personajes de extrañas liturgias
aparecen mostrando
sus mejillas de madera
entonan canciones con labios
detrás de los dientes
y entre huesos de pestañas
intercalan con arte
manojos de plumas vivas
Semejan Dioses expulsados
de alguna Iniciación
con rostro alucinante
de pronto nos rodean.
Una población del Mas Allá
Divinos que han recibido
determinada clase de Gran Luz
Solo para crear
enormes sombras
en nuestra lenta
realidad.
Links
Otro poema de Raquel en este enlace
Al Son
Buhardilla 35
(poema para Alejandra Pizarnik)
surgen evidencias
en el juego de la muerte
Personajes de extrañas liturgias
aparecen mostrando
sus mejillas de madera
entonan canciones con labios
detrás de los dientes
y entre huesos de pestañas
intercalan con arte
manojos de plumas vivas
Semejan Dioses expulsados
de alguna Iniciación
con rostro alucinante
de pronto nos rodean.
Una población del Mas Allá
Divinos que han recibido
determinada clase de Gran Luz
Solo para crear
enormes sombras
en nuestra lenta
realidad.
Links
Otro poema de Raquel en este enlace
Al Son
Buhardilla 35
domingo, 7 de junio de 2009
La Buhardilla
Ezra Pound
Ven, apiadémonos de aquellos que tienen más que nosotros.
Ven, amiga mía, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos y carecen de amigos,
y que nosotros tenemos amigos y no mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y los solteros.
La aurora entra con sus piececitos
como una Pavlova dorada
y yo estoy cerca de mi deseo.
No hay en la vida cosa mejor
que esta hora de clara frescura,
la hora de despertarnos juntos.
Buhardilla 34
Pound: Datos biograficos y poemas
Ven, apiadémonos de aquellos que tienen más que nosotros.
Ven, amiga mía, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos y carecen de amigos,
y que nosotros tenemos amigos y no mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y los solteros.
La aurora entra con sus piececitos
como una Pavlova dorada
y yo estoy cerca de mi deseo.
No hay en la vida cosa mejor
que esta hora de clara frescura,
la hora de despertarnos juntos.
Buhardilla 34
Pound: Datos biograficos y poemas
Suspiro con trampas
Gherasim Luca
la mano invisible descansa sobre un león invisible
el león flota en una pieza invisible
perfectamente súbitamente invisible
el aire de esta pieza es un cuchillo invisible
insensiblemente respirado por el león esencialmente invisible
para el cuchillo invisible
la mano no es más que un impertinente apenas visible
pero es él el cuchillo quien es inocentemente
suavemente claramente invisible
porque el impertinente no es más que la superficie de la mano
la superficie espejeante y sensible
del agua de un lago
del más allá de un lago somnoliento
y ausente y fácil y pasivamente invisible
pasivamente invisible la mano invisible
agarra el cuchillo pasivamente sustancial
y lo hunde lo hunde lo hunde
profundamente
en el agua locamente invisible
particularmente invisible silenciosamente invisible
de tu piel simultáneamente nube
nube playa
visible irreconocible indivisible
invisible playa nube playa irreconocible
Traducción Mariano Fiszman
Buhardilla 33
Tras lo pasos de Gherasim Luca por Mariano Fiszman
la mano invisible descansa sobre un león invisible
el león flota en una pieza invisible
perfectamente súbitamente invisible
el aire de esta pieza es un cuchillo invisible
insensiblemente respirado por el león esencialmente invisible
para el cuchillo invisible
la mano no es más que un impertinente apenas visible
pero es él el cuchillo quien es inocentemente
suavemente claramente invisible
porque el impertinente no es más que la superficie de la mano
la superficie espejeante y sensible
del agua de un lago
del más allá de un lago somnoliento
y ausente y fácil y pasivamente invisible
pasivamente invisible la mano invisible
agarra el cuchillo pasivamente sustancial
y lo hunde lo hunde lo hunde
profundamente
en el agua locamente invisible
particularmente invisible silenciosamente invisible
de tu piel simultáneamente nube
nube playa
visible irreconocible indivisible
invisible playa nube playa irreconocible
Traducción Mariano Fiszman
Buhardilla 33
Tras lo pasos de Gherasim Luca por Mariano Fiszman
Adónde está la libertad
Black Amaya por Cristian Vitale
Foto uno: Black recostado en los bosques de Palermo, a sol puro, y con Carlos Cutaia, David Lebón y Luis Alberto Spinetta a su izquierda. Es 1973, época de Pescado II, y los cuatro posan para una de sus tapas. Foto dos: Black mostrándole al Flaco los primeros acordes de Me gusta ese tajo, que había sacado en una guitarra criolla. Sería su debut como autor: después co-firmaría Amame peteribí, Señorita zapada, Hola pequeño ser y, solo, Sombra de la noche negra. Foto tres: Black preso con Pappo, luego de ser detenidos comiendo panchos en Chacarita, y mirando cómo el Carpo escribía Adónde está la libertad en la derruida pared del calabozo, puntapié inicial de uno de los temas clave del Pappo’s Blues I, que grabarían juntos. Foto cuatro: Black otra vez con Pappo –en la era Blues local–, teloneando a B.B. King. Un álbum que podría extenderse mucho más e instala al baterista como personaje central de la historia del rock argentino. Tal vez haya muchos que lo inmortalicen así, categoría setenta. Pero Black siguió agitando parches toda la vida. Y llegó a los 55 lo suficientemente entero como para grabar un buen disco de blues-rock “dedicado a la memoria de Pappo”, en el que no sólo acredita seis canciones, sino que refrenda su pertinaz amor por una forma de vivir. No es poco. “A esta altura ya no puedo escribir sobre alcoholismo, putas o cabarets. Soy un hombre grande. Quiero relatar mis vivencias de a pedacitos” (Sábado, 20 de Mayo de 2006 Pagina 12)
Buhardilla 32
Foto uno: Black recostado en los bosques de Palermo, a sol puro, y con Carlos Cutaia, David Lebón y Luis Alberto Spinetta a su izquierda. Es 1973, época de Pescado II, y los cuatro posan para una de sus tapas. Foto dos: Black mostrándole al Flaco los primeros acordes de Me gusta ese tajo, que había sacado en una guitarra criolla. Sería su debut como autor: después co-firmaría Amame peteribí, Señorita zapada, Hola pequeño ser y, solo, Sombra de la noche negra. Foto tres: Black preso con Pappo, luego de ser detenidos comiendo panchos en Chacarita, y mirando cómo el Carpo escribía Adónde está la libertad en la derruida pared del calabozo, puntapié inicial de uno de los temas clave del Pappo’s Blues I, que grabarían juntos. Foto cuatro: Black otra vez con Pappo –en la era Blues local–, teloneando a B.B. King. Un álbum que podría extenderse mucho más e instala al baterista como personaje central de la historia del rock argentino. Tal vez haya muchos que lo inmortalicen así, categoría setenta. Pero Black siguió agitando parches toda la vida. Y llegó a los 55 lo suficientemente entero como para grabar un buen disco de blues-rock “dedicado a la memoria de Pappo”, en el que no sólo acredita seis canciones, sino que refrenda su pertinaz amor por una forma de vivir. No es poco. “A esta altura ya no puedo escribir sobre alcoholismo, putas o cabarets. Soy un hombre grande. Quiero relatar mis vivencias de a pedacitos” (Sábado, 20 de Mayo de 2006 Pagina 12)
Buhardilla 32
jueves, 4 de junio de 2009
Cry Baby
Janis Joplin
Enlaces:
Janis Joplin por Joselo Luna, en este enlace Publicado en Antimitomanía
Un blues para Joselo
Buhardilla 31
Janis
Enlaces:
Janis Joplin por Joselo Luna, en este enlace Publicado en Antimitomanía
Un blues para Joselo
Buhardilla 31
Janis
domingo, 26 de abril de 2009
El primer coro de la roca
Thomas Stearns Eliot
Se cierne el águila en la cumbre del cielo,
el cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
conocimiento del habla, pero no del silencio;
conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.
Versión de Jorge Luis Borges
Eliot en Amediavoz : mas poemas y datos biográficos
Buhardilla 30
Se cierne el águila en la cumbre del cielo,
el cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
conocimiento del habla, pero no del silencio;
conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.
Versión de Jorge Luis Borges
Eliot en Amediavoz : mas poemas y datos biográficos
Buhardilla 30
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