La nuestra es esencialmente una época trágica, así que nos negamos
a tomarla por lo trágico. El cataclismo se ha producido, estamos entre las
ruinas, comenzamos a construir hábitats diminutos, a tener nuevas
esperanzas insignificantes. Un trabajo no poco agobiante: no hay un camino
suave hacia el futuro, pero le buscamos las vueltas o nos abrimos paso
entre los obstáculos. Hay que seguir viviendo a pesar de todos los
firmamentos que se hayan desplomado.
Buhardilla 18
Hola José Luis: me encantó tu blog, me parece que has reunido a unos cuantos autores muy interesantes. Prometo pasar seguido. Saludos!
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