jueves, 26 de febrero de 2009

Disciplina

Cesare Pavese (Poemas elegidos)

Los trabajos comienzan al alba. Pero algo antes del alba

comenzamos a hallarnos a nosotros mismos

en la gente que va por la calle. Cada uno recuerda,

descubriendo a los pocos peatones, que está solo,

que tiene sueño- cada uno sigue en su propio entresueño,

pues sabe que en el alba se abrirán bien sus ojos.

Al llegar la mañana, nos encuentra aturdidos

contemplando el trabajo que sólo ahora empieza.

Mas ya no estamos solos y nadie tiene sueño

y pensamos con calma los pensamientos diarios

hasta que sonreímos. Bajo el sol que retorna

ya estamos convencidos. Pero una idea, a veces,

menos clara - una risa burlona- nos sacude de pronto

y miramos como antes de que naciera el sol.

La ciudad clara asiste a trabajos y risas.

Nada puede alterar la mañana. Puede ocurrir

de todo y nos basta con alzar la cabeza

del trabajo y mirar. Muchachos que escaparon

y que aún no hacen nada caminan por la calle

e incluso hay alguno que corre. Las hojas de las avenidas

dan sombra a las aceras y sólo falta césped

entre las casas que miran inmóviles. Muchos

a la orilla del río se desnudan al sol.

La ciudad nos permite levantar la cabeza

para pensar en esto, y sabe que después la inclinamos.


Buhardilla 12

No hay comentarios:

Publicar un comentario