domingo, 8 de febrero de 2009

Buhardilla N°1 Enero 2000


A fines del año pasado (1999), hicimos "las libretas del otro José" , en parte un homenaje a la idea de José Rosenwasser y en parte un rescate personal a viejos recuerdos , citas anotadas a lo largo del tiempo y libros marcados con lápiz en alguna temporada de playa ( es una promiscua costumbre que tengo de mamarrachar los libros, que me trae no pocos conflictos matrimoniales, pero muchos placeres a la hora de recuperar buenos momentos) Quisimos compartir esas palabras y así nació ese atrevido pasquín que por medio de correo electrónico se metía en las casas sin pedir permiso. Para mí fue un placer saber que el número de lectores aumentaba cada vez, y que más allá de algunos problemas técnicos, la cosa tuvo bastante éxito.

Aquí estamos nuevamente, con la única intención de compartir un espacio de comunicación en este desolado nuevo milenio que comienza con tanto ruido, banalidades y con idénticos huecos en las almas como en el anterior. Huecos que, un mero pensamiento periodístico-técnico-político que pugna por ocupar nuestras neuronas, no puede llenar.

Con el mismo espíritu de "caza de citas" (a decir del amigo Daniel Rafalovich, acertadamente!), recuerdos e imágenes capturadas del pasado, poesía, graffitis, párrafos, entrevistas.

La buhardilla. Un refugio en el que hay viejas cajas con fotos, poemas, cartas. Un sitio en el que no hay televisor, ni radio ni tumulto. A lo sumo alguna música apropiada entre los necesarios silencios.



"Hay que estar siempre embriagado. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os quiebra los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que emborracharos sin tregua.

Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.

Y si en alguna ocasión, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la sombría soledad de vuestro cuarto, os despertáis, disminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle la hora que es; el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os responderán:

-¡Es hora de emborracharse! Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin parar. De vino, de poesía o de virtud; de lo que queráis."


Charles Baudelaire . Pequeños poemas en prosa

Buhardilla 1

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