(...) ¿Y por qué no un libro de memorias? Si me diera la gana ¿por qué no? Qué continente de hipócritas el sudamericano, qué miedo de que nos tachen de vanidosos y/o pedantes . Si Robert Graves o Simone de Beauvoir hablan de sí mismos, gran respeto o acatamiento; si Carlos Fuentes o yo publicáramos nuestras memorias nos dirían inmediatamente que nos creemos importantes. Una de las pruebas de subdesarrollo de nuestros paises es la falta de naturalidad de sus escritores; la otra es la falta de humor, pues este no nace sin naturalidad. La suma de naturalidad y de humor es lo que en otras sociedades da al escritor su personería; Graves y Beauvoir escriben sus memorias el mismísimo día que se les antoja que ni a ellos ni a los lectores les parezca algo excepcional. Nosotros, tímidos productos de la autocensura y de la sonriente vigilancia de amigos y críticos, nos limitamos a escribir memorias vicarias, asomándonos a la Frégoli desde nuestras novelas.
Julio Cortázar (La vuelta al día en 80 mundos)
Buhardilla 10
Sergio Rigazio
-
Paralelo 42
(Objetos de Viaje)
12
nieva sobre mi libreta
intento escribir con los dedos bajo cero
“no les falta mucho”
dice un checo amistoso
mi...
No hay comentarios:
Publicar un comentario